Los colores azul y amarillo llegaron a la camiseta de Boca Juniors de una forma tan curiosa como inesperada.
El equipo “Xeneize” desde su fundación vistió distintas zamarras, con líneas blancas y negras horizontales, completamente celeste, blanca con líneas azules muy finas y una camiseta roja, que al desteñir se convirtió en una tonalidad rosada.
No fue hasta 1907 cuando comenzaron a lucir los colores con los que siempre hemos identificado al club porteño.
¿Por qué esos colores?
Nottingham de Almagro y Boca Juniors lucían equipaciones prácticamente idénticas y decidieron disputar un partido para decidir quién debía cambiar su camiseta.
Boca perdió aquel encuentro y su presidente, Juan Rafael Brichetto, trabajador en el puerto de Buenos Aires, decidió que el azar eligiese los colores de la camiseta de Boca Juniors.
Su equipo llevaría los colores de la bandera del primer barco que atracase la mañana siguiente en el puerto de esta ciudad argentina. Cuentan que fue el buque Drottning Sophia en el que ondeaba la bandera de Suecia.
Primero vistieron de azul con una diagonal dorada y a partir de 1913, coincidiendo con su primera participación en el campeonato de Primera División, adoptaron la franja sobre el pecho con la que todos identificamos la camiseta de Boca Juniors.
En 1996 Nike, en su primer año diseñando la camiseta de Boca Juniors, decidió poner dos líneas blancas menos gruesas arriba y debajo de la franja amarilla. Los jugadores de la plantilla, especialmente Diego Armando Maradona se negaron a vestirla y el modelo fue retirado.
En 2001 el Deportivo Alavés alcanzó la final de la Copa de la UEFA en su primera participación en competiciones europeas. El equipo vitoriano lució un modelo inspirado en la camiseta de Boca Juniors en aquel legendario partido ante el Liverpool.