Su construcción arrancó a finales de 1922 a iniciativa de Ennio Tardini, un abogado por entonces presidente de “Los Cruzados” y fue inaugurado el 16 de septiembre de 1923.
Estuvo presente en la ceremonia en la que se puso la primera piedra del estadio, pero falleció un mes antes de su apertura, por lo que a modo de homenaje decidieron ponerle su nombre, ya que, en un principio estaba previsto que se llamase Stadio Comunale.
El templo de «Los Cruzados»
Con el primer ascenso de los “Gialloblù” a la Serie A a comienzos de la década de 1990 el estadio sufrió la mayor reforma de su historia, doblando su aforo para ajustarse a la normativa de la Federación Italiana de Fútbol.
En aquel momento el club se planteó la posibilidad de construir un nuevo estadio a las afueras de la ciudad, opción que descartaron para reformar por completo el Ennio Tardini, que pasó de una estructura ovalada a una cuadrada y que vio como todas sus tribunas aumentaron su capacidad.
La tribuna (curva norte) que ocupan los hinchas más radicales del Parma fue renombrada como Matteo Bagnaresi, un joven aficionado que murió en 2008 al ser atropellado por un autobús que transportaba seguidores de la Juventus.
El Ennio Tardini es el tercer estadio más antiguo de Italia tras el Luigi Ferraris (1911) y el Romeo Anconetani (1919), actualmente conocido como Arena Garibaldi.
A lo largo de su historia también ha albergado partidos de fútbol americano y rugby.