Su nombre se debe a que la estructura metálica era muy parecida a los gasómetros que servían para guardar dicho elemento y, fue el estadio más grande de Argentina hasta la construcción de “El Cilindro de Avellaneda” a comienzos de la década de 1950.
San Lorenzo jugó su primer partido en El Gasómetro el 7 de mayo de 1916. Fue una victoria en el campeonato argentino 2-1 ante Estudiantes de La Plata.
Durante los años 40 y 50 la masa social de San Lorenzo creció de forma exponencial, además el estadio pedía a gritos una reforma por lo que la directiva planeó la construcción de uno nuevo.
Tras un farragoso proceso para hacerse con los terrenos necesarios y un proyecto que no pudieron cumplir debido a una gran crisis económica, la dictadura le quitó la propiedad al club y ya durante la democracia los terrenos fueron vendidos a una cadena de supermercados.
El último partido de San Lorenzo en su viejo estadio fue el 2 de diciembre de 1979 en un duelo del Torneo Nacional ante Boca Juniors que finalizó sin goles. Fue demolido dos años después.
El Nuevo Gasómetro
Ahí arrancó la lucha de la hinchada del “Cuervo” por recuperar los terrenos del Viejo Gasómetro.
Tras décadas de batalla legal, San Lorenzo logró recuperarlos en 2019, aunque el sueño de volver a Boedo se dilata en el tiempo, ya que, para construir el nuevo estadio es necesaria la reforma de la Avenida La Plata.
Desde 1993 San Lorenzo disputa sus partidos como local en el Estadio Pedro Bidegain, en honor al presidente del club durante las décadas de 1920 y 1930, aunque popularmente es conocido como El Nuevo Gasómetro.
Hasta ese momento el club deambuló por varios estadios durante casi 15 años.