La selección española hizo su debut en una Eurocopa ante Polonia el 28 de junio de 1959 en el Estadio de Silesia.
En aquella primera edición del torneo continental solo se consideraba fase final desde semifinales y se disputó en Francia, aunque la sede no fue designada hasta bien avanzada la competición.
Participaron 17 combinados, con una ronda previa entre Checoslovaquia e Irlanda, disputada a ida y vuelta en cada país, como los octavos y cuartos de final. Los grandes ausentes fueron Alemania, Escocia, Inglaterra e Italia.
España, que cruzó por primera vez el telón de acero, derrotó con solvencia a Polonia. El torneo estaba en pañales y obviamente no tenía la trascendencia que por ejemplo ya había adquirido la Copa de Europa tras cinco ediciones.
El gobierno franquista se opuso a la participación de sus compatriotas por la presencia en el torneo de varias potencias afines al bloque comunista, pero el presidente de la Federación inscribió al equipo desobedeciendo la hoja de ruta.
Exhibición y…. jaleo
La historia es cíclica y la convocatoria dada por Helenio Herrera, entonces también entrenador del FC Barcelona, no estuvo exenta de polémica al llamar a ocho futbolistas del Barça, por tan solo tres de un Real Madrid que llevaba cinco años seguidos reinando en Europa, Enrique Mateos, Alfredo Di Stéfano y Paco Gento.
A ellos se unieron en el viaje a Chorzow los Ramallets, Kubala, Luis Suárez y compañía, para encontrarse un ambiente muy hostil con más de 100.000 polacos apoyando a los suyos.
Los españoles tenían una asignatura pendiente, ya que, no se habían clasificado para los dos últimos Mundiales disputados en Suiza y Suecia en 1954 y 1958 respectivamente.
Sobrepasada la media hora de juego Pol adelantó a los locales, pero antes del descanso Luis Suárez (41’), autor del primer gol de España en una Eurocopa y Di Stéfano (43’) le dieron la vuelta al marcador.
En la reanudación, entre el 51’ y el 55’, los mismos protagonistas sentenciaron la eliminatoria para España, aunque en el 62’ Baskiewicz le puso algo de mordiente al asunto anotando el definitivo 2-4.
El partido de vuelta se disputó en el Santiago Bernabéu casi cuatro meses después y España mostró su superioridad imponiéndose 3-0 con los goles de Di Stéfano, Gensana y Gento.
Tras aquella plácida eliminatoria el sorteo deparó que España debía medirse a la URSS, pero el gobierno franquista prohibió la entrada de los soviéticos en su territorio, pese a que buscaron diversas soluciones, las presiones de uno y otro lado terminaron con España descalificada de la primera Eurocopa de la historia.