El 17 de septiembre de 1984 Hugo Orlando Gatti jugó de delantero un encuentro amistoso entre Boca Juniors y Atlas disputado en el Estadio Universitario Ratcliffe bajo un intenso calor.
Leyenda del conjunto xeneize y uno de los mejores porteros en la historia de argentina, le apodaron “El Loco” por sus excentricidades sobre el césped. Muy dado a las aventuras fuera de su portería, fue el precursor de un estilo que luego siguieron otros guardametas como René Higuita.
Gatti estaba tan tranquilo en el banquillo, cuando el entrenador le llamó para que saltase al terreno de juego, pero ¡¡sorpresa!! No para sustituir al guardameta, sino para suplir en ataque al lesionado José Orlando Berta. Sí, como leéis. El bueno de Hugo saltó al terreno de juego con el “14” a la espalda.
Acostumbrado a su trabajo defendiendo la portería, cabe destacar que la actuación de Gatti fue más que digna llevando peligro a la meta mexicana e incluso estuvo a punto de marcar. Los bosteros se llevaron la victoria 2-1, gracias a los tantos de Fernando Morena y Carlos Alberto Mendoza.
La gira interminable
Para entender que Gatti terminase jugando de delantero aquel encuentro hay que entender las circunstancias que vivía Boca Juniors, sumergido en una tremenda crisis económica que comenzó tras la llegada de Diego Armando Maradona al club.
El presidente interino tenía varias demandas que dificultaban aún más la posibilidad de hacer frente a la deuda, los hinchas no podían acceder a La Bombonera al estar clausurada y, los jugadores habían estado en huelga al no cobrar sus salarios.
Ya sabéis el dicho. A perro flaco todo son pulgas ¿Cuál fue la solución de urgencia? Montar una gira interminable para recaudar fondos.
Aquel tour de 30 partidos para Boca Juniors comenzó en Tucumán, seguidamente cayeron goleados 9-1 en el Trofeo Joan Gamper ante el FC Barcelona y posteriormente jugaron en Francia, Grecia, Italia, Estados Unidos y vuelta a Argentina.
La gira, como no podía ser de otra manera, estuvo repleta de conflictos así como de múltiples problemas de organización, que provocaron que algunos futbolistas tuvieran que dormir fuera del hotel e incluso se quedaran algún día sin comer.
Para aquel duelo ante el Atlas solo tenían 15 futbolistas disponibles, ya que, el resto estaban lesionados o se negaban a jugar y, ese fue el motivo por el que Gatti tuvo que “vestirse” de delantero.
El precedente
Curiosamente aquella no fue la primera vez que Gatti formó como jugador de campo. Ya había sucedido en 1976, la temporada de su debut con el club xeneize.
Boca conquistó el Torneo Metropolitano tras 6 años de sequía y lo hizo por la puerta grande dando la vuelta olímpica en el campo de su eterno rival, River Plate.
Para continuar con los festejos la semana siguiente organizaron un amistoso en La Bombonera ante Platense, que recientemente se había proclamado campeón de la Primera B, logrando el ascenso a la élite el fútbol argentino.
Tras el descanso Juan Carlos “Toto” Lorenzo decidió que Gatti dejase la portería para jugar de “9” y cada vez que tocó el balón fue jaleado por los enfervorecidos espectadores.