Durante sus primeros cuatro años de existencia la Real Sociedad disputó sus partidos como local en Ondarreta.
El 5 de octubre de 1913 se inauguró el Estadio de Atotxa y fue la casa txuri-urdin durante casi 80 años. Allí jugadores y aficionados han reído, llorado, pero sobre todo han disfrutado del fútbol en un estadio con un aura especial.
Atotxa era un campo prácticamente inexpugnable para los rivales. En la mente de todo nostálgico estará presente esta olla a presión, con la grada a escasos centímetros de los futbolistas metiendo constante presión.
Casi siempre con el terreno de juego embarrado, Atotxa desprendía un aroma a fútbol clásico y, como no podía ser de otra forma fue inaugurado con la disputa de un derbi vasco entre Real Sociedad y Athletic Club. Finalizó 3-3.
El autor del primer gol en este templo del fútbol fue el legendario delantero vizcaíno Pichichi, que unos meses antes también había sido el primero en marcar en San Mamés.
Un fortín casi inexpugnable
86 años después acogió su último encuentro. Fue en la última jornada de la temporada 92-93. La Real Sociedad ganó 3-1 al CD Tenerife y el centrocampista portugués Oceano fue el último en marcar un gol en este mítico estadio.
En la 93-94 la Real Sociedad se mudó a su actual casa, Anoeta y Atotxa pasó a ser el campo de entrenamiento de un equipo de rugby hasta su demolición en 1999 para construir en sus terrenos edificios de viviendas.
Las exigencias de la UEFA y que el campo se había quedado pequeño provocaron la mudanza de los txuri-urdines, pero Atotxa permanece en el recuerdo de los aficionados y da nombre a una plaza de San Sebastián.
Allí maceró sus dos títulos de Liga la maravillosa Real Sociedad de comienzos de los 80. Los realistas multiplicaban su rendimiento como locales espoleados por su afición y lograron una de las mayores rachas de imbatibilidad en la historia del fútbol español.
No hay maldición que cien años dure
En 1909 nació el Ciclista Foot-Ball Club, el equipo antecesor de la Real Sociedad. Inicialmente se dedicaban al ciclismo pero con el tiempo incluyeron la práctica del fútbol entre sus actividades.
Aquel equipo auspiciado por Julian Comet conquistó la Copa del Rey en 1909. Cuando comenzó la construcción del Estadio de Atotxa el antiguo velódromo fue derribado.
El ciclista francés que había puesto mucho esfuerzo y dinero para su construcción se enfadó mucho por el trato recibido y lanzó una maldición: “Jamás la Real será campeona”.
Por suerte para la entidad realista dicha maldición se rompió 68 años después. Una magnífica generación formada por los Arconada, López Ufarte, Idígoras, Zamora, Satrústegui y compañía conquistó la Liga..
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