Nació el 2 de diciembre de 1842 en Sunderland (Inglaterra). En el exclusivo colegio Harrow tuvo su primer contacto con el fútbol y junto a su hermano, John Forster, fundó el Forest FC, posteriormente conocido como Wanderers, cinco veces ganador de la FA Cup, todas ellas en el siglo XIX.
Este inquieto delantero era tan rápido con las piernas como con la mente y no paraba de idear nuevas aportaciones para el deporte que amaba. En 1870 promovió y disputó el primer partido internacional de la historia entre Inglaterra y Escocia.

Los primeros cuatro encuentros entre ambas selecciones no obtuvieron el reconocimiento de la FIFA al ser disputados íntegramente por futbolistas escoceses que jugaban en clubes ingleses. De esta forma el primer “Auld Enemy” oficial se disputó el 30 de noviembre de 1872, pero Charles Alcock no pudo estar presente debido a una lesión.
Adelantado a su tiempo
Como secretario de la Football Association se empeñó en crear un torneo por eliminatorias a imagen y semejanza de los que jugaban en el Harrow School y así el 20 de julio de 1871 anunciaron en The Sportsman la creación de la FA Cup.
El 11 de noviembre de ese mismo año arrancó la primera edición del torneo, participaron 15 equipos y el campeón fue el Wanderers FC, club del que Alcock era capitán.
Apasionado del fútbol combinativo que practicaban los escoceses, el 31 de marzo de 1866 se convirtió en el primer jugador en quedar en fuera de juego.

Sucedió en el duelo entre Wanderers y Sheffield FC, el primer partido en el que se aplicó la conocida como regla de “los tres oponentes” y que indicaba que “un jugador estaba en fuera de juego si se encontraba más cerca de la línea opuesta que el balón y el antepenúltimo adversario”.
Dicha norma estuvo vigente hasta 1925 cuando se instauró la de “los dos oponentes”, que es la que ha llegado hasta nuestros días.
En aquella época era común que muchos futbolistas (todavía amateurs) también jugasen al críquet, deporte nacional en Inglaterra hasta la irrupción del fútbol y, en este deporte Charles Alcock también fue pionero impulsando el primer encuentro internacional entre Inglaterra y Australia en 1880.
