Seis años antes, concretamente el 25 de enero de 1920, en el campo de Teatinos se midieron Sporting de Gijón y Deportivo Ovetense, club que tras fusionarse con el Real Stadium Club Ovetense dio lugar al Real Oviedo, en un duelo que finalizó con empate a dos goles.
Goleada liguera para empezar
Tres años después del primer derbi asturiano nació el Campeonato Nacional de Liga y ambos clubes quedaron encuadrados en la Segunda División.
Sporting de Gijón y Real Oviedo se vieron las caras por primera vez en dicha competición el 24 de febrero de 1929. Un duelo que terminó con una contundente goleada 6-2 a favor de los carbayones, con un espectacular repóker de Barril y el gol de Urrutia que abrió el marcador.
15 años después llegó el primer derbi asturiano disputado en Primera División. Fue el 10 de diciembre de 1944 y finalizó con victoria 2-1 para el Real Oviedo con goles de Herrerita y Echevarría, mientras que Liz logró el tanto rojiblanco.
Cinco meses después el Sporting (entonces conocido como Real Gijón) se tomó la revancha en El Molinón endosándole un set a su eterno rival, gracias a un hat trick de Pío y los goles de Cervigón, Molinucu y Tamayo. Al final de temporada ambos equipos lograron mantenerse entre los mejores del fútbol español.
¿Fusión?
Con la llegada del siglo XXI lanzaron una disparatada propuesta para los hinchas de uno y otro equipo. Coquetearon con una posible fusión entre Real Oviedo y Sporting de Gijón para conformar un equipo más potente que permitiese la supervivencia de ambos, que por entonces se antojaba complicada
Su supuesto nombre sería Real Asturias o Asturias FC e incluso llegaron a iniciar las negociaciones para construir un estadio a medio camino entre ambas ciudades. Obviamente la idea no llegó a buen puerto.
Ambos andaban delicados tanto en lo deportivo como en lo económico y además de las propias aficiones hubo ilustres jugadores que se mostraron en contra de dicha fusión, como el legendario Enrique Castro “Quini”, que abogó por la supervivencia del derbi asturiano.