El conjunto rojiblanco solo consiguió dos victorias, la primera de ellas en la jornada 24. Otro récord negativo “conquistado” por el equipo asturiano, el de más jornadas consecutivas sin lograr la victoria.
A los triunfos ante Racing de Santander y RCD Espanyol, sumaron los empates frente a Real Valladolid, RCD Espanyol, UD Salamanca, Athletic Club, CP Mérida, Real Zaragoza y Valencia CF.
Estos resultados le sirvieron para lograr unos paupérrimos 13 puntos, con un promedio de 0,34 puntos por encuentro. También se convirtieron en el equipo con más derrotas en una temporada (29).
La campaña no pudo comenzar con peores augurios para los gijoneses. Seis derrotas seguidas. Un Sporting negado que no consiguió su primer punto hasta el 19 de octubre en Pucela, tras casi dos meses de competición.
Aquella temporada el Sporting acumuló casi la totalidad de los récords negativos de la Liga, aunque no fueron el equipo que menos goles ha marcado y más ha recibido en una temporada, registros en propiedad del CD Logroñés y UD Lleida respectivamente.
Peor imposible
En la 95-96 se implantaron los tres puntos por victoria como en el resto de campeonatos europeos. Aquella campaña fue la primera de la controvertida «Liga de 22«.
Tras dos años de experimento, en la 97-98 el campeonato regresó al cupo de veinte equipos y, un año antes de convertirse en el peor equipo de la Liga el Sporting de Gijón se salvó desahogadamente sumando 50 puntos, 6 por encima del descenso directo.
A la mala dinámica deportiva añadieron una crisis institucional que desestabilizó por completo al club. Miguel Ángel Montes, que había sustituido a Benito Floro en las últimas jornadas del campeonato anterior inició la 97-98 al mando del equipo rojiblanco.
Apenas duró cuatro jornadas en el cargo. Le sucedió Antonio Maceda, que aguantó once jornadas. A él le siguieron Díaz Novoa (de la 16 a la 31) y José Antonio Redondo las siete últimas jornadas.
La desastrosa gestión, mala planificación deportiva e inoperancia de los fichajes provocaron que el Sporting se convirtiese en el peor equipo de la Liga, llevándole a una crisis de la que tardó mucho en recuperarse.
Pese a que los años anteriores había coqueteado con el descenso, el equipo asturiano vivía su mayor racha en Primera División (21 años). Tiempo en el que habían disfrutado de los goles de Quini, uno de los mejores delanteros de todos los tiempos y, alcanzado la final de Copa en dos ediciones consecutivas (1981 y 1982)
Perdiendo el rumbo
En aquel equipo había históricos del club asturiano como Ablanedo, Lediakhov o Nikiforov, pero nadie rindió al nivel esperado.
Sirva de ejemplo mencionar que Cheryshev fue el máximo goleador sportinguista anotando 6 de los 31 goles.
Durante el verano del 97 hubo muchos rumores sobre los fichajes de campanillas que iban a realizar en las oficinas de El Molinón para dar un impulso al club.
Sonaron con fuerza el centrocampista ruso Alenichev y el delantero nigeriano Kanu, pero en su lugar llegaron Kosolapov, Kucharski Lekovic, Mingo, Trotta, Rodrigao y un veterano Poyatos.
Farolillos muy rojos
El Sporting de Gijón se convirtió en el peor equipo de la Liga en la 97-98, superando el registro negativo fijado por el CD Logroñés tres años atrás.
Los riojanos también sumaron 13 puntos y como el Sporting sólo consiguieron dos victorias durante todo el campeonato, pero por entonces los triunfos se premiaban con dos puntos.
Cierran este top 5 en el que ningún equipo quiere estar el CD Castellón con 12 puntos en la 1981-1982, Real Betis con 10 en la 1942-1943 y Celta de Vigo con solo 9 puntos en la 1943-1944. Cabe resaltar que en los tres casos las victorias valían dos puntos y había menos equipos en el campeonato.
Así se gestó uno de los mayores desastres deportivos en la historia del fútbol español. El peor equipo de la Liga. El Sporting de Gijón de la 97-98. Un fracaso que sacudió los cimientos del club y del que tardó mucho en recuperarse. Pasó una década hasta su regreso a la élite.