El presidente del Ajax de Ámsterdam logró que la Federación Holandesa retuviese su transfer durante ese tiempo como última artimaña para tratar de evitar la fuga del “14”.
Tras una larga espera su nueva afición pudo verle en acción en el Camp Nou el 28 de octubre de 1973 en un duelo liguero ante el Granada CF.
Corría la jornada 8 y el Barça estaba más cerca del descenso que de los puestos punteros de la tabla, además llevaba más de una década sin conquistar el campeonato y vivía en una profunda crisis tras la pérdida de la magnífica generación que alcanzó la conocida como “final de los postes cuadrados” en 1961.
El Camp Nou a sus pies
A los locales les costó abrir la lata pero terminaron goleando 4-0 al Granada CF con un doblete de Cruyff (el primero un zurdazo espectacular) y tantos de Sotil y De La Cruz.
El nuevo “9” azulgrana volvió loca a la defensa granadina e hizo las delicias de los afortunados que vieron su estreno en directo.
A partir de este duelo ante los nazaríes el Barça dio un salto tanto en juego como en resultados. Cruyff terminó con 16 goles y solo Marcial (17) marcó más goles que él aquella temporada en Can Barça.
Tras exhibiciones como el 0-5 en el Santiago Bernabéu y una segunda vuelta espectacular los culés pudieron celebrar de nuevo la Liga tras 14 años de espera.
Cruyff ayudó a ganar una Liga y una Copa en sus cinco años como jugador del FC Barcelona. En ese tiempo jugó 173 partidos y marcó 59 goles, además dejó grandes destellos de su inigualable calidad, .
Los culés disfrutaron de un futbolista imperial, que no pudo alcanzar el nivel (sobre todo en Europa) mostrado en el Ajax de Ámsterdam. Pese a ello, la ilusión generada con su presencia fue fundamental para los éxitos del futuro. Cambió la mentalidad del club, un trabajo que completó con su llegada al banquillo una década después.