El combinado español esperaba romper aquel día dos maldiciones: superar los cuartos de final de la Copa del Mundo y doblegar al anfitrión por primera vez en su historia en un gran torneo. Al final, ni lo uno ni lo otro y, el arbitraje tuvo su cuota de responsabilidad en que no sucediera.
A favor de Al-Ghandour hay que destacar que no todos los errores son achacables a su persona, los jueces de línea tampoco asistieron correctamente al colegiado egipcio aquel día.
Tres errores clamorosos
Anularon un gol por una supuesta falta de Iván Helguera y otro de Fernando Morientes en la prórroga considerar que la pelota que centró Joaquín había salido por la línea de fondo. Este tanto habría dado el billete a la siguiente ronda a los españoles, ya que, todavía estaba vigente la norma del “gol de oro”.
También en la prórroga se sacaron de la manga un fuera de juego inexistente de Luis Enrique cuando el asturiano ya encaraba al portero coreano.
Los españoles vieron como se esfumaron las semifinales en la tanda de penaltis y, tras la eliminación se vivieron escenas de mucha tensión sobre el césped del Estadio de Gwangju, con los futbolistas encolerizados en busca del trío arbitral.
Al-Ghandour siempre ha apelado a su profesionalidad y negado en reiteradas ocasiones las acusaciones de soborno que aparecieron en la prensa de todo el mundo. Tras aquel Corea del Sur vs España no hubo sanción, pero la FIFA impuso la norma no escrita de que los grandes partidos los dirigirían árbitros de países con mayor tradición futbolística.
Siempre orgulloso de aquel arbitraje, llegó a declarar que fue uno de los mejores de su carrera. El colegiado egipcio se retiró poco después del Mundial y hasta ese momento era el único no europeo en arbitrar en la Eurocopa, otro duelo en el que España cayó derrotada, en esa ocasión 1-0 ante Noruega.
El viaje de Koke
Curiosamente aquel día recibió una valoración de 8,7 por parte de los inspectores del máximo organismo del fútbol mundial. Después de colgar el silbato el egipcio ha presidido el comité de árbitros de su país y compagina la labor de comentarista deportivo con la formación de árbitros para la FIFA.
Tras aquel duelo se dispararon las sospechas de que existía una directriz para favorecer a los anfitriones, ya que, en octavos de final el ecuatoriano Bryan Moreno perjudicó de forma flagrante a Italia en el duelo ante Corea.
Aquella plantilla de la selección española quedó en shock por la oportunidad perdida y, entre la hinchada quedó la sensación de que se les había privado de ver pelear de verdad a su equipo por la Copa del Mundo.
Hubo una persona en España a la que le afectó más que al resto. No disputó un solo minuto, ya que, fue al torneo en calidad de tercer portero. Su nombre, Pedro “Koke” Contreras.
Ni corto ni perezoso, el madrileño cruzó el Atlántico en catamarán en busca de uno de los jueces de línea natural de Trinidad y Tobago, que como si tuviese un muelle en el brazo señaló una y otra vez fueras de juego inexistentes a los futbolistas españoles durante la prórroga.