Formado en las categorías inferiores de la Real Sociedad se vio obligado a emigrar en busca de minutos.
Sin llegar a debutar con el primer equipo donostiarra, donde quitarle la titularidad a Arconada era inalcanzable, recaló en el Castilla.
Tras tres temporadas en el filial blanco y otra en Las Palmas dio el salto al primer equipo como tercer portero tras Buyo y Agustín.
Sin opciones reales de defender la meta blanca decidió cambiar Madrid por Logroño, donde rápidamente se hizo con la titularidad.
La gran oportunidad
Durante esas tres temporadas (1991-1994), las mejores de su carrera, llegó a debutar con la selección española, siendo el primer jugador del Logroñés en lograrlo. Sus buenas actuaciones tampoco desapercibidas para el FC Barcelona.
Durante el verano 1994, Andoni Zubizarreta, había puesto rumbo a Valencia dejando huérfana la portería culé que había defendido desde 1986, pero el desastre en la final de Atenas marcó al jugador y precipitó su salida, aunque supuestamente Lopetegui había cerrado el acuerdo antes de la salida del portero vitoriano.
Al parecer la primera opción culé fue Santiago Cañizares, que terminó firmando por el eterno rival. Los tres porteros fueron elegidos por Clemente para cubrir la portería española durante la Copa del Mundo de 1994.
¿Mal fario?
Allí mismo se hizo pública la salida de Zubizarreta y Julen, el teórico titular, declaro que no le asustaba para nada hacer olvidar a su predecesor.
La Supercopa de España era el primer partido oficial de la temporada para los azulgrana. A priori Lopetegui iba a ser titular, pero tuvo que ver el partido de ida desde el banquillo, ya que, Cruyff otorgó los galones a Carlos Busquets.
El partido terminó 0-2 para los culés. Apenas tres días después se disputó la vuelta en el Camp Nou y ahí llegó el ansiado debut de Lopetegui.
Los maños se impusieron por un insuficiente 4-5 y la Supercopa se quedó en Barcelona. Por su parte el meta guipuzcoano tuvo una actuación desastrosa. Encajó 5 goles y fue expulsado.
Mención especial merece el quinto gol con escorzo-palomita en un libre directo centrado y sin demasiado peligro. Además en todos los goles como poco pudo hacer algo más.
Aquel partido confirmó la titularidad de Busquets y relegó al ostracismo a Lopetegui, que se quedó incluso sin convocar en varias ocasiones.
Angoy, yerno de Cruyff, llegó a estar por delante de un Lopetegui que no volvió a jugar hasta febrero de 1995.
Una segunda oportunidad
Fu en los octavos de final de la Copa del Rey. De nuevo en el Camp Nou y esta vez frente al Atlético de Madrid.
Abelardo adelantó al Barça cabeceando a las mallas un córner en el minuto 2. Solo 10 minutos después Simeone filtró un balón entre los centrales y Caminero fue derribado dentro del área por Lopetegui. Penalti y expulsión.
«Pirri» y un doblete del «El Tren» Valencia pusieron el definitivo 1-4 para los colchoneros. Por su parte el guardameta parecía víctima de una maldición. Dos partidos y dos catástrofes.
Ccuatro días después el Racing de Santander les endosó un contundente 5-0 al Barça, con expulsión de Busquets incluida. Lo que brindó una nueva oportunidad a Lopetegui para la vuelta copera contra los colchoneros.
Hagi adelantó a los culés en el minuto 9 y Caminero puso el 1-1 en el 45′ tras otra cantada de Lopetegui.
En un balón lateral colgado al área «salió a por uvas» palmeando suavemente el balón para dejarlo en los pies de Caminero, que le regateó y la mandó al fondo de las mallas.
Lopetegui tuvo tiempo de resarcirse, al menos en parte, deteniendo dos penaltis, a Valencia y Toni. El partido acabó con un estéril 1-3 para el Barcelona, que no les sirvió para superar la eliminatoria.
Sin pena ni gloria
Las dos siguientes temporadas, otra con Cruyff y una con Robson fueron muy similares, con Julen como tercer portero y sin oportunidades.
Una de ellas fue el famoso día de la plancha de Busquets. Al parecer el portero catalán la cogió al vuelo para evitar que cayera sobre su hijo Sergio, aunque la versión extraoficial indica que tuvo un accidente de moto corriendo en Montmeló.
Sus tres años en Can Barça se resumen en 10 partidos y 20 goles en contra.
Lo más comentado fueron sus cantadas y sus rajadas a la prensa según se iba deteriorando su relación con el club.
Después de colgar las botas todavía tuvo tiempo para dar un nuevo titular, al desmayarse en directo mientras presentaba un espacio televisivo.
¡Grande Lopetegui! siempre en boca de todos.