Llegó a Barcelona justo después de hacer campeón al conjunto verdiblanco, para suceder a Franz Platko, con la intención de frenar la grave crisis deportiva que sufrían los azulgrana desde comienzos de la década de 1930.
Avalado como uno de los entrenadores de más prestigio en la época, en su primera temporada llevó a los culés hasta la final de Copa, en la que cayeron ante el Real Madrid. Poco después empezó la Guerra Civil.
El estallido del conflicto bélico sorprendió de vacaciones a O’Connell en su Irlanda natal. Sin dudarlo el técnico hizo las maletas y voló hacia Barcelona. Su primera medida para ayudar al club fue reducir sus emolumentos de 1.500 a 500 pesetas mensuales.
Regresó con la máxima de que la guerra no debía frenar la actividad futbolística y con ese espíritu en 1937 conquistaron la Liga del Mediterráneo (título sin validez oficial), al disputarse al margen de la Federación Española de Fútbol.
Poco después, Patrick O´Connell, que siempre mostró públicamente su apoyo a la causa republicana orquestó una gira por Estados Unidos y México con el objetivo de recaudar fondos para las maltrechas arcas del Barça.
La gira
El 24 de mayo de 1937 la travesía por el Atlántico rumbo a México. Su llegada a tierras aztecas dos semanas más tarde traspasó las fronteras de lo deportivo y, fueron recibidos en loor de multitudes como embajadores del legítimo régimen republicano.
Aquella gira arrancó el 20 de junio y se alargó durante tres meses en los que disputaron catorce partidos (diez en México y cuatro en Estados Unidos) que les sirvieron para recaudar cerca de medio millón de pesetas. Un auténtico balón de oxígeno, que sirvió para reflotar económicamente el club al finalizar la guerra.
La expedición regresó a la Ciudad Condal mucho menos nutrida de lo que partió, pues bastantes futbolistas y personas del cuerpo técnico decidieron quedarse exiliados en México o Francia.
Una vida de película
Como futbolista jugó en su Irlanda natal, Escocia e Inglaterra. Una carrera deportiva que se extendió durante 17 años (1905-1922) en los que vistió la camiseta de nueve clubes, entre ellos Belfast Celtic, donde debutó, Sheffield Wednesday, Hull City o Manchester United.
Fue internacional con Irlanda y conquistó en 1914 la desaparecida British Home Championship, que disputaban las cuatro selecciones nacional del Reino Unido.
Poco después participó en uno de los amaños más sonados del fútbol inglés. Varios jugadores de Liverpool y Manchester United pactaron que el resultado del partido sería 2-0.
Patrick O’Connell falló un penalti y ni se inmutó. Ahí se destapó el ardid. Finalmente no hubo sanción de por medio, pero ese fue su final con los “Red Devils”.
Durante su vida se casó en dos ocasiones y tuvo cuatro hijos, pero terminó arruinado y alcoholizado. Murió en una humilde pensión londinense en 1959. A su entierro solo acudió su hermano.