Amancio fue una gran estrella pero su carácter discreto tal vez le resto cierto reconocimiento que jugadores menores si tuvieron.
Nunca fue un tipo que le gustase llamar la atención, él era más de no hacer ruido de “perfil bajo”.
Nacido y criado en La Coruña en 1938, su regate eléctrico no pasó desapercibido para un ojeador del Victoria.
De jugar en la calle y la tierra de la playa pasó a un club histórico hoy, antaño casi nuevo.
Al modesto Victoria llegó en el 54, con apenas 15 años.
Con 18, en 1958 se proclamó subcampeón gallego Juvenil y esto no pasó desapercibido para los grandes gallegos.
A pesar de caer frente al Pontevedra todo el mundo vio algo en aquel chico.
Lo cierto es que el primero en interesarse por el fue el Celta de Vigo y poco después el Deportivo.
Coruñés de cuna se lamentaba que llevando allí toda su vida hubiera sido el interés de los vigueses lo que facilitó su llegada al club de su ciudad.
Eso si, a cambio de 45.000 pesetas.
En 4 temporadas en Coruña se fue haciendo un hueco en el 11 a base de goles.
Su última temporada, la 4ª tiró la puerta abajo con 25 goles en 26 partidos.
Consiguió el ascenso a 1ª pero nos disfrutó de el, llegó el Real Madrid y se lo llevó.
Santiago Bernabeu se adelantó (una vez más) a Barcelona y Atlético entre otros.
El Real Madrid era el campeón de Liga y Copa pero su presidente buscaba un joven talento a quien entregar el testigo de Di Stefano.
En aquel momento Don Alfredo tenía ya 35 años y aunque se resistía a ello, empezaban a pesar.
El Real Madrid pagó al Deportivo 10 millones de pesetas y cuatro jugadores (Ruiz, Miché, Betancourt y Sornichero).
Aunque le costó entrar, Bernabeu tuvo buen ojo.
Solía llevar el 8 y era un medio llegador, con mucho, mucho gol.
Pero ese era el territorio de la Saeta y moverlo era imposible.
por ello se vio desplazado a una banda, donde encajó a la perfección con esa velocidad y regate eléctrico.
Chamartín llegaron sus tardes de mayor gloria, donde acabaría cogiendo ese testigo para el que se le fichó.
Gento hizo de transición y Amancio acabaría siendo el líder de los “ye-yes”.
Tras 14 temporadas en el club y hacer prácticamente de delantero, se retiró como 4º máximo goleador histórico dl club.
Solo por detrás de Di Stéfano, Puskas y Gento, tres monstruos descomunales.
471 partidos y 155 goles, ¡casi ná!
Tiene el honor de ser considerado, junto a Luis Suárez, máximos exponentes del fútbol gallego.
Su palmarés esta solo a la altura de los más grandes, 9 ligas, 3 copas del generalísimo, 2 pichichis y sobre todo una copa de Europa.
La que levantó con los Ye-yes en 1966, la última en blanco y negro que tardaría en revalidarse 32 años.
Con la selección levantó la Eurocopa del 64, la del famoso gol de Marcelino.
Año en el que se le concedió el balón de bronce.
Su amigo Luis Suarez contaba la tremenda ilusión que le hacía representar a España.
Hasta tal punto que temía que no le convocaran y el Luis le decía que le dejaría su sitio si pasaba, que no se preocupase.
Su forma de jugar, un regateador callejero, le convirtió en objeto de algunas criticas y sobre todo muchos palos.
Su fama de chupón casi justificaba los ataques criminales a los que se veía sometido en el campo.
Como era imposible de parar por lo civil, se hacía por lo criminal.
Era un tiempo en el que los castigos eran ridículos y el futbol estaba lleno de carniceros profesionales.
La más recordaba fue la brutal entrada que sufrió en Los Cármenes por parte del paraguayo Pedro Fernández, sin duda un matarife.
Si no le retiró, nunca volvió a ser el mismo, jugando la mitad de los partidos las dos siguientes temporadas.
Hasta colgar las botas definitivamente en 1976.
Poco después comenzó su etapa en los banquillos, sobre todo de categorías inferiores.
En 1982 se hizo cargo del filial blanco, el Castilla.
Allí coincidió con algunos supervivientes del Castilla finalista del copa de 1980.
Pero sobre todo con “La Quinta del Buitre”, un elenco inolvidable de jugadores.
Con esa base se proclamó campeón de 2ª división, siendo el único filial en la historia en conseguirlo.
Ese hito le llevó al banquillo del primer equipo, pero los malos resultados no le permitieron acabar la temporada.
Nunca se alejó del club de sus amores, hasta convertirse en presidente de honor en 2022.
Tristemente fallecía en febrero de 2023 a los 83 años.
Aunque se iba una estrella su leyenda durará para siempre.