Nacido en Wolverhampton en 1883, Fred Pentland desarrolló toda su carrera en Inglaterra, desde 1903 hasta 1913.
Durante sus años mozos defendió los colores de Blackpool, Blackburn Rovers, Brentford, Queens Park Rangers, Middlesbrough, Halifax Town y Stoke City, en ese orden.
En un fútbol aun prácticamente amateur fue internacional con Inglaterra en 5 ocasiones, entre 1908 y 1912.
La vida en Ruhleben
Pero el Fred Pentland jugador, a pesar de su meritoria carrera, no es que tenga un especial interés, ni siquiera para los más eruditos en la materia. Mr. Pentland alcanzó una mayor notoriedad como entrenador.
Tras su retirada en 1914 comenzó su carrera en los banquillos con la selección olímpica alemana. El fútbol era aun un deporte en ciernes que estaba alcanzando todos los rincones del mundo. Su aventura germana duró muy poco, ya que, la Gran Guerra le sorprendió allí.
Al ser de nacionalidad enemiga (británica) fue recluido en el campo de concentración de Ruhleben, que se encontraba en las afueras de Berlín, en lo que otro tiempo había sido una mansión, hasta el final del conflicto.
El campo recluía a todo extranjero procedente de las potencias enemigas de Alemania que se encontraba en el país. Los ciudadanos británicos eran mayoría en Ruhleben y allí mismo “El Bombín” coincidió con varios compatriotas futbolistas, los ingleses Samuel Wolstenholme, John Brearley y Steve Bloomer y el internacional escocés John Cameron.
De Ruhleben a la Liga Española
Nada tenía que ver con los campos de concentración de la Segunda Guerra Mundial. Gracias a la Convención de Ginebra era más parecido a una cárcel, con unos 5000 reclusos que podían organizar internamente el campo, de facto era como una pequeña ciudad.
Ruhleben tenía su propia policía que mantenía el orden, se cultivaban frutas y verduras o se organizaban eventos artísticos y deportivos. Contaba con su propio servicio postal, gozaba de conexión con el exterior e incluso publicaban un diario y disponían de biblioteca biblioteca.
Allí se fundó la Asociación de Fútbol Ruhleben, con Fred Pentland como presidente y John Cameron de secretario. Organizaron competiciones en las que participaron hasta un millar de presos, con equipos divididos por barracones o incluso nacionalidades.
Tras el fin de la guerra Fred Pentland dirigió a la selección francesa en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920, en el que la joven selección gala cayó en semifinales ante Checoslovaquia.
Seguidamente arrancó su periplo por el fútbol español, que le llevó a entrenar a Racing de Santander (1920-1922) de donde salto al Athletic Club (1922-1925), dirigiendo también a los vizcaínos entre 1929 y 1933. Entre medias dirigió a Real Oviedo, Arenas de Getxo y Atletico de Madrid (entonces Athletic).
El entrenador más laureado del Athletic Club
En Bilbao es una auténtica y aun hoy en día sigue siendo su técnico más laureado con 5 Copas, 2 Ligas y 5 Campeonatos de Vizcaya. También dirigía al equipo en la victoria más abultada de la historia de la Liga, el 12-1 al FC Barcelona en 1931. A él se le atribuye la “profesionalización” del Athletic Club.
Mr. Pentland se enamoro de Bilbao, donde le apodaron “El Bombín” en referencia a su inseparable sombrero inglés. Además de este complemento siempre le acompañaba un inmenso puro, confiriéndole un aspecto de autentico gentleman.
En España introdujo grandes novedades tácticas, como las diagonales o los balones al hueco. Inventó una variante del 2-3-5 de la época, buscando enlazar la delantera con el medio campo con un 2-3-2-3.
A lo anterior se unió la singular forma de ejecutar los penaltis, situando al atacante de espaldas a la meta entre el portero y el balón. El lanzador debía correr hasta el balón sin ver la portería, para después girarse y chutar.
Fue el mentor del mítico Gorostiza, tanto para lo bueno como para lo malo. Pentland fue un asiduo de la vida social bilbotarra. Del vino y las tabernas, por lo que muchos le culparon en parte de la actitud del díscolo extremo.
Al estallar la Guerra Civil volvió a Inglaterra donde se retiró en 1940. En 1959 le organizaron un homenaje en San Mamés reconociendo su inmensa figura en un partido que enfrentó a «Los Leones» con el Chelsea.
Fred Pentland falleció en 1962. Muchos años después, en 2010, conmemorando el 80ª aniversario de su primera Liga, su hija hizo el saque de honor en un partido frente al FC Barcelona.
Por mucho tiempo que pase, en Bilbao se echa mucho de menos a Fred Pentland, tal vez con el sueño de que alguien supere su legado algún día.