Tuvo seis ediciones entre 1952 y 1957, aunque entre 1963 y 1975 continuó disputándose bajo la denominación de Trofeo Ciudad de Caracas, aunque con un espíritu distinto a la idea original.
No está reconocido oficialmente por la FIFA, que basándose en la Pequeña Copa del Mundo, en 1960 creó la Copa Intercontinental, que enfrentaba al campeón de la Copa de Europa y de la Copa Libertadores, en un formato que ha ido evolucionando hasta el actual Mundial de Clubes.
La iniciativa surgió de la empresa Venezuela Deportiva, que contó con el apoyo de la Federación Venezolana de Fútbol para organizar el torneo.
Al tratarse de una iniciativa el máximo organismo del fútbol mundial la desprestigian catalogándola como un torneo amistoso y fija el primer Mundial de Clubes en el año 2000. Un campeonato que sí estuvo auspiciado por la propia FIFA.
Pese a todo los cinco clubes ganadores de la Pequeña Copa del Mundo, Real Madrid (en dos ocasiones), Millonarios, Corinthians, Sao Paulo y FC Barcelona sí lo incluyen entre sus conquistas.
El comienzo de una era
Todas las ediciones se disputaron en formato de liguilla e inicialmente, al no existir las competiciones continentales los cuatro equipos (dos americanos y dos europeos) eran invitados por la organización por su grado de importancia.
La posterior creación de la Copa de Europa y de la Copa Libertadores hizo que los clubes vencedores de dichos torneos accediesen a disputar la Pequeña Copa del Mundo.
De esta forma el 12 de julio de 1952 arrancó en Venezuela este nuevo torneo con la presencia del Real Madrid, Botafogo, Millonarios de Bogotá y el representante local, La Salle FC.
Todos los partidos se disputaron en el Estadio Olímpico de Caracas. Todos contra todos en formato de ida y vuelta. El Real Madrid lideró la tabla con 8 puntos, empatado con Botafogo, pero el mejor promedio dio el títulos a los blancos.
Los mejores del mundo
La edición de 1953 tuvo dos torneos de la Pequeña Copa del Mundo, de invierno y de verano. En el primero los Millonarios del “Ballet Azul” iniciaron la época denominada como “El Dorado” del fútbol colombiano.
No dieron opción a sus rivales y conquistaron el trofeo logrando goleada tras goleada. Únicamente River Plate logró arrancarles un empate. En cuatro partidos anotaron doce goles y solo recibieron dos.
Especialmente destacada fue la actuación de Alfredo Di Stéfano, máximo goleador del torneo y que culminó ese año con su polémico fichaje por el Real Madrid. La «Saeta Rubia» ya había deslumbrado en el Trofeo Santiago Bernabéu, al que los colombianos habían sido invitados un año atrás.
Pocos meses después se disputó la segunda Pequeña Copa del Mundo de Clubes de 1953. Corinthians fue campeón tras vencer en ambos encuentros a AS Roma, FC Barcelona y la Selección de Fútbol de Caracas.
Triste final para la Pequeña Copa del Mundo
Tras no disputarse en 1954 el torneo regresó un año después con Sao Paulo imponiéndose a Valencia CF, SL Benfica y La Salle FC.
En 1956 solo participó un equipo sudamericano, Vasco da Gama y tres europeos, AS Roma, FC Porto y Real Madrid como primer campeón e Europa, que además se convirtió en el único club en conquistar dos veces la Pequeña Copa del Mundo.
Entre el 29 de junio y el 18 de julio de 1957 tuvo lugar la última edición de este torneo. El FC Barcelona se impuso a Botafogo, Sevilla FC y a Club Nacional de Football.
La FIFA tomó buena nota y en 1960 nació la Copa Internacional para enfrentar a los campeones de Europa y Sudamérica. Tras seis años de parón el torneo regresó en 1963 como Trofeo Ciudad de Caracas y con una notable pérdida de prestigio.
El secuestro que lo arruinó todo
Aunque tuvo seis ediciones más, ese año quedó herido de muerte, Di Stéfano fue secuestrado en Caracas antes del encuentro frente a Sao Paulo, privando a Venezuela de seguir disfrutando de los mejores futbolistas del mundo.
El 24 de agosto de 1963 dos hombres disfrazados de policías irrumpieron en la concentración de Real Madrid llevándose a la estrella argentina por una supuesta investigación contra el tráfico de drogas.
Todo era una farsa, se trataba de una medida de presión a las autoridades locales por parte de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Venezuela.
Tras casi tres días de cautiverio Di Stéfano fue liberado sin daño alguno, pero la Pequeña Copa del Mundo no pudo recuperarse de aquel duro golpe.
Entre 1965 y 1975 se siguió disputando, pero en formato de partido único, bajo otras denominaciones como Torneo Simón Bolívar o Torneo Reyes de Caracas y ya sin el lustre de antaño.