El torneo de selecciones más antiguo pocas veces ha tenido fecha fija para su disputa. A lo largo de la historia se ha jugado cada cuatro años, cada dos, una vez al año, cada 8 o cada 6 e incluso una vez dos veces en apenas meses, como sucedió con la Copa América de 1959.
Entre el 7 de marzo y el 4 de abril de ese año Argentina acogió la vigesimosexta edición de la Copa América.
A la albiceleste, que había conquistado su undécimo título dos años antes en tierras peruanas, se unieron otras 6 selecciones: Brasil, Paraguay, Perú, Chile, Uruguay y Bolivia, que jugaron el torneo en formato de liguilla a una vuelta.
Los 21 encuentros se disputaron en el Estadio Monumental y la anfitriona revalidó el título tras cosechar cinco victorias y un empate. Esa fue la única edición en la que participó Pelé, que fue máximo goleador con 8 tantos y mejor jugador del torneo.
A la última jornada Argentina llegó con un punto de ventaja sobre Brasil. A la verdeamarela, que un año antes se había proclamado campeona del mundo por primera vez, solo le valía ganar, por lo que el 1-1 final hizo que el trofeo se quedase en tierras argentinas.
La segunda Copa América de 1959
Tamaña fue la sorpresa cuando poco después se anunció que a finales de 1959 se disputaría una nueva edición de la Copa América, esta vez en Ecuador, entre el 5 y el 25 de diciembre.
La Federación Ecuatoriana de Fútbol solicitó a la Conmebol la organización para estrenar a bombo y platillo el recién inaugurado Estadio Modelo de Guayaquil y el máximo organismo del fútbol sudamericano en pleno desgobierno accedió a la petición.
Pese a tener carácter oficial el ganador no recibió la copa y el torneo se denominó Copa América Edición Extra Ecuador. Una chapucilla, así deprisa y corriendo.
A la segunda Copa América de 1959 acudieron cinco selecciones, Uruguay, que ganó el “trofeo” por décima vez, Argentina, Paraguay, Ecuador y Brasil, que esta vez no se presentó con su constelación de estrellas formada por los Pelé, Garrincha, Didí y compañía. En su lugar jugó en Ecuador una selección de los tres equipos más importantes de Pernambuco.
Los charrúa dominaron con puño de hierro toda la liguilla y solo Paraguay fue capaz de arrancarles un empate a un gol en la última jornada. En esos cuatro encuentros anotaron 13 goles y solo encajaron 1.
El argentino José Sanfilippo fue el máximo realizador con 6 tantos y el uruguayo Alcides Silveira fue nombrado mejor jugador del torneo.
Colombia renunció a participar en ambas ediciones y Venezuela tampoco estuvo presente, ya que, hasta 1967 no debutó en el torneo continental.
Las dos Copa América de 1959 no fueron más que la constatación del caos organizativo y las constantes guerras internas por distintos intereses dentro de la Conmebol que perduran hasta nuestros días.