Inicialmente su capacidad fue de 22.000 espectadores, cifra que aumentó ostensiblemente (64.000) tras las reformas realizadas para albergar la fase final de la Copa el Mundo de 1954.
Berna y el Wankdorfstadion acogieron su primer partido internacional el 8 de noviembre de 1925. Un duelo que enfrentó a las selecciones de Suiza y Austria, que terminó con victoria helvética (2-0) gracias a los goles de Max Abegglen y Raymond Passello.
Durante el Mundial de 1954 este templo del fútbol fue la sede de cinco encuentros. Tres de la fase de grupos, uno de cuartos y la gran final. Estos dos últimos fueron partidos con mucha miga.
Batallas y milagros en el Wankdorfstadion
El duelo entre Hungría y Brasil disputado el 27 de junio de 1954 fue bautizado como “La Batalla de Berna” por la dureza con la que se emplearon ambos combinados.
Los “Magiares Mágicos” se llevaron el gato al agua derrotando por 4-2 a un equipo brasileño que aún padecía las secuelas del “Maracanazo”.
Durante todo el encuentro se vieron entradas escalofriantes, tres jugadores fueron expulsados e incluso hubo intercambio de golpes y lanzamiento de botellas entre los futbolistas al término del choque.
Una semana después de aquella batalla y también con Hungría como protagonista se disputó otro partido histórico.
Magiares y alemanes buscaban su primera Copa del Mundo. Ya se habían visto las caras en la primera fase, un encuentro que terminó con goleada 8-3 para “El Equipo de Oro”.
Todos daban como favoritos a los vigentes campeones olímpicos, que llegaban con una racha de 33 partidos invictos. Su favoritismo aumentó más si cabe cuando en los 8 primeros minutos vencían 2-0 con los tantos de Puskas y Czibor.
Pero la selección germana era un lobo con piel de cordero. Morlock y Rahn igualaron la contienda entre el 10’ y el 18’. Después cayó el diluvio universal y los tacos intercambiables inventados por Adi Dassler dieron una gran ventaja a sus compatriotas.
En el minuto 84 y bajo un intenso aguacero Helmut Rahn dio a Alemania su primera Copa del Mundo. Aquella inesperada victoria fue bautizada como “El Milagro de Berna”.
La final de los postes cuadrados
7 años después SL Benfica y FC Barcelona disputaron en el Wankdorfstadion la primera final de la Copa de Europa sin la presencia del Real Madrid y, de nuevo había dos húngaros en Berna, Czibor y Kocsis, esta vez del lado culé.
Ambos marcaron y gozaron de multitud de ocasiones para aumentar la cuenta azulgrana, pero los postes y las genialidades de los jugadores del SL Benfica entrenado por Bela Guttmann se llevaron la “Orejona” a Portugal.
Tras este encuentro conocido como “La final de los postes cuadrados”, la FIFA decidió prohibir este tipo de postes en las porterías, alegando que eran más peligrosos para los futbolistas.
Revancha culé
No se llevaron un buen recuerdo los barcelonistas del país done nació su fundador, pero el fútbol siempre da una segunda oportunidad y, 28 años después el Barça se plantó en el Wankdorfstadion para disputar la final de la Recopa de Europa.
Era la primera temporada de Johan Cruyff en Can Barça, que llegaba para remodelar el equipo tras la crisis del Motín del Hesperia. Fue un año con muchos altibajos que cerraron con un nuevo título europeo.
En la final disputada el 10 de mayo de 1989 los azulgrana vencieron 2-0 a la UC Sampdoria con goles de Salinas y López Rekarte.
Los italianos son un equipo de muy buen recuerdo para los culés, ya que, ante ellos conquistaron en Wembley su primera Copa de Europa tres años después gracias al archiconocido cañonazo de Koeman.
El renacer de un templo del fútbol
El 7 de julio de 2001 BSC Young Boys y Lugano disputaron el último encuentro en el viejo y obsoleto Wankdorfstadion. Un mes más tarde fue demolido y, cuatro años después se erigió en ese mismo lugar el moderno Stade Suisse Wankdorf.
En este nuevo estadio con capacidad parar 32.000 espectadores juegan sus partidos como locales tanto el BSC Young Boys como la selección nacional suiza y, fue sede de varios encuentros de la Eurocopa 2008.