Sin sede fija durante sus primeros años el conjunto rojiblanco jugó sus partidos entre el Campo del Retiro y el Campo de O’Donnell.
Inaugurado el 13 de mayo de 1923 con el duelo entre Atlético de Madrid y Real Sociedad, la idea inicial era que el Metropolitano fuese la casa de los cinco equipos que por entonces jugaban en la capital de España.
Expandiendo Madrid
Compartieron el estadio con equipos que desaparecieron poco después como Real Sociedad Gimnástica Española (1928), Racing Club de Madrid (1930) y Unión Sporting Club (1931). Por su parte el Real Madrid se distanció del proyecto disputando sus encuentros en el viejo Chamartín.
Los arquitectos calcaron la idea llevada a cabo con Wembley. La construcción de un gran estadio incentivó la expansión de Londres a su alrededor, lo mismo sucedió con el Stadium Metropolitano, la zona se llenó de habitantes que de paso se convirtieron en clientes del Metro, empresa vinculada a la constructora del estadio.
Durante sus más de cuatro décadas de vida el Stadium Metropolitano también albergó competiciones de atletismo y rugby. Tomó su nombre por la ubicación en la que fue construido, como parte de la urbanización Colonia del Metropolitano.
Solo la tribuna que acogía el palco de autoridades estaba cubierta, frente a ella la conocida como “Jaula” donde solían sentarse los aficionados del equipo rival.
Uno de los fondos lo formaba la “gradona”, la más alta del estadio, ya que, para su construcción se aprovechó el desnivel de 16 metros de altura en el terreno. Era la que más espectadores podía albergar de los 25.000 que cabían en el Stadium Metropolitano. Un aforo que alcanzó los 35.800 durante la década de 1950.
El otro fondo se conocía como “Tendido de los Sastres”, separado de la calle por una alambrada donde frecuentemente se subían los aficionados para poder ver los partidos sin pagar entrada.
Un templo lleno de historia
Durante la Guerra Civil Española el Stadium Metropolitano fue utilizado como huerto y centro de detención, sufrió graves daños y por este motivo entre 1939 y 1943 que volvió a abrir sus puertas, el Atlético de Madrid jugó sus partidos como local primero en el Estadio de Chamartín y después en el Estadio de Vallecas.
Durante esta época el Atlético de Madrid comenzó a ser conocido como “colchoneros”, debido a que los colchones estaban cubiertos por una tela a franjas rojas y blancas a imagen y semejanza de su camiseta.
Fue la sede de la final de la entonces conocida como Copa del Generalísimo (Copa del Rey) de 1943 en la que el Athletic Club ganó su decimocuarto título tras imponerse en la prórroga 1-0 al Real Madrid con gol de Telmo Zarra.
También albergó tres partidos internacionales: la histórica victoria de España ante Inglaterra (4-3) en 1929, la derrota (4-5) ante el genial Wunderteam austriaco en 1936 y otra derrota por la mínima ante Irlanda una década después.
Tras su demolición y la mudanza del Atlético de Madrid al Vicente Calderón en 1966 se cuenta que a modo de homenaje las nuevas calles configuran del escudo del equipo colchonero. Si os fijáis la silueta es realmente similar.