El secreto de Corea del Sur
Del mismo modo que se cree que algunos combinados han sido objeto de alguna conspiración para perjudicarles. Como ejemplo de ello suelen citarse las sospechosas eliminaciones de la URSS en sus últimas participaciones en la Copa del Mundo.
En la mayoría de ediciones planea la sombra de la sospecha, normalmente la anfitriona acaba viéndose beneficiado de dicha condición.
Si Mussolini hizo mucho más de lo que estaba en su mano para que Italia ganara en 1934, Videla no fue menos en 1978 , antes llos charrúas jugaron sus cartas en 1930.
La anfitriona siempre goza de «cierto favoritismo», tal vez por eso suele decirse que los ingleses solo ganan un Mundial si lo organizan ellos, como sucedió en 1966 con el polémico gol fantasma de Geoff Hurst.

Ahn Jung-hwan marcó el gol que dio la victoria a Corea del Sur frente a Italia en el Mundial de 2002 (Fuente: trome.pe)
Más viejo que el hilo negro
Este 2022 se cumplen dos décadas de unos de los mayores atracos del futbol contemporáneo.
El mundial se celebraba en Corea del Sur y Japón, por lo que ambas selecciones consiguieron plaza automáticamente como coanfitriones.
Aunque es un auténtico desconocido, Chung Mong-joon era presidente de la asociación de fútbol de Corea del Sur.
Como hijo del fundador de Hyundai, pertenece a una de las familias más poderosas del país asiático, donde inició su carrera política en 1988.
Probó suerte como independiente, en el partido de su padre y en el partido conservador.
Llegó incluso a apoyar al partido progresista a cambio de relevarle en el poder un lustro después, acuerdo que no fructificó.
Lo que se dice alguien con las ideas claras.
En cuanto al panorama futbolístico, este señor era vicepresidente de la FIFA y fue clave para la candidatura de Corea.
Al menos su principal precursor.
Primera víctima
Corea estuvo encuadrada en la fase de grupos junto con Polonia, EE.UU y Portugal.
Muchos denuncian un complot incluso aquí, alegando un “camino privilegiado” con el grupo más asequible.
Venció 2-0 a Polonia y empató con EE.UU, por lo que necesitaban ganar frente a la selección lusa en la última jornada para clasificarse.
El empate daba la clasificación a ambas selecciones si EE.UU perdía, como así fue.
Los tigres de Asia se impusieron 1-0 a Portugal clasificándose como primera de grupo.
El partido tuvo cierta polémica. Algunos coreanos como Ahn Jung-hwan afirmaron que Figo habría propuesto jugar a empatar antes del partido.
Otros como Lee Young-Pyo recuerdan que tras el descanso los jugadores de Portugal les recordaban una y otra vez que el empate clasificaba a los dos.

Expulsión de Joao Pinto en el Corea del Sur vs Portugal de 2002 (Fuente: observador.pt)
Aun con 0-0 el árbitro argentino, Ángel Sánchez, expulsó a dos jugadores lusos
Expulsó con roja directa a Joao Pinto por una tijera en el medio campo, incluso de habla de insultos al colegiado.
Minutos después expulsó a Beto por doble amarilla, bastante merecidas en ambos casos.
En principio las expulsiones habrían sido correctas y no hubo demasiada polémica.
También anuló un gol a Corea por falta sobre Vitor Bahía en el área pequeña.
En principio este partido no parece que aquel encuentro tuviera demasiada polémica.
Si sucedió algo que se repetiría en cada partido de Corea, Chung antes del partido baja al vestuario o al césped y saludaba a cada uno de los miembros arbitrales y todos los jugadores.
Esto supuestamente lo hacía en calidad de vicepresidente de la FIFA, pero ha sido interpretado por algunas fuentes como una intimidación.
¿Complot o paranoia?
En octavos de final los desafortunados que se cruzaron con la anfitriona fueron los italianos.
La selección entrenada por Hiddink se impuso por 2-1, remontando el tanto inicial italiano en la prórroga.
Ahora bien, para ello necesitó mucha ayuda por parte del colegiado ecuatoriano Byron Moreno.

Expulsión de Francesco Totti en el Corea del Sur vs Italia de 2002 (Fuente: www.tycsports.com)
El colegiado concedió un penalti que detuvo Buffon.
Vieri adelantó a la Azzurra en un saque de esquina y puso por delante a Italia.
En la 2ª el partido se recrudeció y la selección anfitriona se empleó con gran dureza ante la permisividad de Moreno.
Finalmente, como si de un guion se tratase, Corea empató en el minuto 88´.
Ya en la prórroga, no solo dejó de señalar un penalti para Italia, si no que además expulsó a Totti por supuestamente dejarse caer.
Los agravios continuaron al anular un gol legal de Tommasi por un inexistente fuera de juego.
Ahn puso el 2-1 en el minuto 117 y dio el pase a Corea a los cuartos de final.

Los jugadores de España protestando indignados frente al colegiado egipcio Al-Ghandour (Fuente: www.elespanol.com)
Por cierto, Ahn Jung Hwan era en ese momento jugador del Perugia italiano, club que le despidió como represalia.
Como curiosidad diré que no le fue tan mal, aunque tuvo una carrera discreta en Japón y Alemania, se hizo muy popular en Corea.
Está casado con una Miss Corea y tras colgar las botas se hizo presentador de televisión.
Haciendo amigos
En la siguiente ronda los damnificados sería los españoles y Al-Ghandour fue el auténtico verdugo de España.
Dejando impunes los excesos y la brutalidad de los coreanos.
Anuló sendos goles a España por una mano inexistente de Helguera y señalando que el balón había salido de fondo cuando no era así.
Y se inventó un fuera de juego que impedía un uno para uno.
España cayó en los penaltis en uno de los mayores robos que se recuerdan.
Tendría que ser Alemania quien venciera finalmente a la anfitriona en semifinales.
El buen papel de Corea le valió a Chung como trampolín para presentarse a las presidenciales del mismo año 2002, aunque no para vencer.
Chung fue condenado por corrupción junto a otros directivos de la FIFA en 2015, entre ellos quien designo a Byron Moreno y Al-Ghandour, Jack Wanner.
El comité de ética de la FIFA cree que Chung habría favorecido a Corea tanto en la designación como en el propio torneo.
Aparte de temas políticos, la explicación a las ayudas al anfitrión tiene explicación económica: la mayoría de las entradas para ver los partidos se venden lógicamente a ciudadanos del país donde se celebra el mundial, por lo tanto si la selección que juega en casa llega lejos en el campeonato, significa más dinero para los organizadores. Esto ha sido así siempre, pero nunca tan a lo bestia como en 2002: la mayoría de los asistentes al mundial vienen de Europa o Latinoamérica; Corea y Japón estaban muy lejos de esos lugares y los pasajes de avión muy caros, y además los atentados del 11-S estaban muy recientes y mucha gente le había cogido miedo a volar. Resultado: escasa asistencia a los estadios, con partidos donde no se vendió ni la tercera parte de las entradas. Los organizadores se dieron cuenta de que el 99% de los asistentes a los partidos eran locales, y para colmo uno de los anfitriones, Japón, cayó a las primeras de cambio. Es fácil imaginar por qué la FIFA dió la orden de hacer que Corea llegara lo más lejos posible. Las ayudas arbitrales terminaron en semifinales, primero porque el foco ya estaba puesto en las ayudas que estaba recibiendo Corea y hubiera sido muy descarado, y segundo porque ya la misión estaba cumplida: las entradas para la final estaban ya todas vendidas desde hacía tiempo independientemente de quién la jugara, y además interesaba que llegaran a ella equipos de relumbrón por el tema de la audiencia televisiva. Al menos lo que pasó en 2002 sirvió para que desde entonces se terminaran las descaradas ayudas arbitrales de que gozaba el anfitrión.