Con una capacidad para algo más de 72.000 espectadores es el segundo estadio más grande de Italia tras San Siro, aunque en sus orígenes podía acoger hasta 100.000 aficionados, motivo por el que hasta la década de 1960 fue conocido como Stadio dei Centomila.
Diseñado por Enrico Del Debbio, su nombre original fue Stadio dei Cipressi (Estadio de los Cipreses) y su construcción tuvo que pararse por la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente fue inaugurado el 17 de mayo de 1953 con el duelo entre Italia e Hungría, aunque empezó a construirse mucho antes, a finales de la década de 1920, cuando los fascistas planificaron una gran “ciudad deportiva” inicialmente conocida como Foro Mussolini y tras la caída de la dictadura como Foro Italico.
Aún hoy en día puede leerse “Mussolini Dux” en el enorme obelisco que da la bienvenida a este impresionante recinto deportivo.
El Estadio Olímpico de Roma es junto al Yves-du-Manoir, Estadio Olímpico de Berlín, Wembley, Olympiastadion y el Stade de France, los únicos que han albergado unos Juegos Olímpicos y la final de la Copa del Mundo de fútbol.
Fútbol por los cuatro costados
22 años antes albergó la final y el desempate en la que significó la primera Eurocopa para la “azzurra” y también acogió el partido definitivo de la Eurocopa de 1980 del que salió vencedor Alemania, como una década después sucedió ante la Argentina comandada por Diego Armando Maradona.
Además ha sido sede de cuatro finales de la Copa de Europa, viendo coronarse por primera vez al Liverpool en 1977 y de nuevo siete años después en una agónica tanda de penaltis en la única que ha jugado hasta la fecha la AS Roma.
También levantaron la “Orejona” al cielo de la ciudad eterna la Juventus y el FC Barcelona en 1996 y 2009 respectivamente.
En 1991 los aficionados de “La Loba” también quedaron privados de ver a su equipo levantar otro título continental, esta vez la Copa de la UEFA. Ganaron el partido, pero fue insuficiente para que el Inter de Milán se llevase el gato al agua tras el 2-0 cosechado en San Siro.